Después de mucho tiempo trabajando con Bender y otros perros nos dimos cuenta que habíamos ayudado a tantos casos en la adaptación a su nuevo entorno que se ha convertido, casi sin quererlo, en nuestra especialidad.
Es algo muy recurrente que nos llamen explicando que, de repente, el perro empieza a mostrar señales de miedo a ruidos u otros. También es muy probable que todo comience después de una situación puntual como puede ser un San Juan, un fin de año o una noche de tormenta.
Si te encuentras en esta situación no pierdas más tiempo y contacta con nosotros.
Aprovechando todos los recursos a nuestro alcance conseguimos que el perro se acostumbre a todos los estímulos con los que puede encontrarse a diario en una gran ciudad. Le ayudamos a afrontar sus miedos mientras le ofrecemos todas las herramientas para que pueda desarrollarse y aprenda a progresar con sus propios medios, eso sí, siempre bajo nuestra supervisión.